Diana Moisés Ilustado por Irene Santos.
En Terebi celebramos el lanzamiento de Tekken 8 recordando treinta años de puñetazos y patadas voladoras.
Si tuviera que hacer una lista de los videojuegos que más me han influido a lo largo de mi vida, sin duda, uno de ellos sería Tekken. Esta saga no sólo me ha dado horas y horas de diversión con mis amigues, sino que también fue el primer videojuego que desató mi vena competitiva en los videojuegos, lo que me obligó a pasarme horas entrenando sola para aprenderme los combos de mis personajes favoritos; Hwoarang, Lei, y Nina. También favoreció otra cosa, mi interés por las artes marciales y mi introducción en el Taekwondo.
Somos muches les que hemos crecido con esta saga y hemos forjado una especie de sentimiento de identidad con ella. Entre mis amigues, cada une de nosotres tiene un personaje principal de combate y nos tomamos muy en serio la competición amistosa, llegando incluso a organizar varios Torneos del Puño de Hierro en el salón de nuestras casas.
Entenderéis entonces que poder conocer a Katsuhiro Harada, productor jefe de la saga, y asistir a su conferencia durante la pasada BIG Conference fue un momento épico para mí. Harada, al igual que Dinga Bakaba, otro grande de la industria de los videojuegos, recibieron premios honoríficos durante la pasada BIG Conference en diciembre de 2023. Para quienes no pudisteis asistir, podéis ver las conferencias aquí.
En su conferencia, Katsuhiro Harada habló sobre sus inicios en los videojuegos, su carrera y también sobre el lanzamiento de Tekken 8, que se publicó el pasado 26 de enero. Una de las cosas que más me gustó y a la vez me sorprendió, fue la importancia que le dio al diseño narrativo dentro de la saga.
Tekken es un videojuego de lucha cuya historia se centra en la discordia entre los tres machos alfa de la familia Mishima: Heihachi Mishima, el abuelo; Kazuya Mishima, el hijo; y Jin Kazama, el nieto. Los tres se enfrentan por la dirección de la empresa familiar, y el control de la maldición demoníaca que cae sobre su linaje. Una trama que bien parece salida de la fusión entre Succession y un culebrón de sobremesa de Divinity.
Y, como en Terebi nos gusta el salseo, y además ya está aquí Tekken 8, creemos que no hay mejor momento para recordar estos treinta años de puñetazos y patadas voladoras.
Una familia, un legado, una maldición
Alla por 1994, un joven llamado Kazuya Mishima se presentó al Torneo del Puño de Hierro buscando enfrentarse a su padre, Heihachi Mishima; el hombre que, siendo él un niño, lo arrojó por un barranco. Heihachi consideraba que su hijo nunca sería digno de heredar su gran empresa Mishima Zaibatsu. Durante el Torneo, Kazuya consigue derrotar a su padre lanzándolo por el mismo barranco en el que él casi muere años atrás.
Dos años después, con el objetivo de afianzar su poder como líder de Mishima Zaibatsu, Kazuya decide celebrar un nuevo Torneo del Puño de Hierro. Durante el mismo, conoce a la luchadora Jun Kazama, que se convierte en su interés romántico y en la madre de su futuro hijo, Jin. Pero la reaparición de Heihachi termina con cualquier atisbo de esperanza para los amantes, y padre e hijo vuelven a enfrentarse en una batalla final. Kazuya es derrotado y, esta vez, arrojado a un volcán activo.
Con Kazuya muerto, Jun Kazama decide criar a su hijo Jin en su pueblo natal, Yakushima. Una noche, madre e hijo son atacados por el demonio Ogre. Al despertar de la inconsciencia, Jin descubre que su madre ha desaparecido y su hogar ha sido destruido. Así que el chico decide buscar la ayuda de su desconocido abuelo, Heihachi, para poder destruir a Ogre y vengar así a su madre. Lo que Jin no sabe es que Heihachi es el culpable de todo…
Cuatro años más tarde, se organiza el Tercer Torneo del Puño de Hierro, con el objetivo de sacar a Ogre de su escondite. Jin finalmente se enfrenta a la auténtica forma de Ogre, pero tras salir victorioso, es asesinado por Heihachi. En ese momento, el gen diabólico que se mantenía latente en Jin se activa, convirtiéndolo en Devil Jin. Tras acabar con el ejército de Tekken Force que le había atacado, Devil Jin escapa volando ante la atenta mirada de su abuelo.
Tras fallar sus planes, Heihachi busca otras maneras de aumentar su poder a través de la experimentación genética, sin éxito. Necesita el gen demoníaco, del cual él carece. Buscando al desaparecido Jin, descubre que una empresa de biotecnología llamada Corporación G, encontró el cuerpo de Kazuya y ha estado investigando el origen de su naturaleza demoníaca.
Heihachi organiza un nuevo Torneo del Puño de Hierro para atraer a Kazuya resucitado. Éste, sabiendo de la trampa, se presenta a la competición una vez más para derrotar al fin a su padre. Pero Jin también se apunta al torneo con el fin de destruir a los Mishima y su maldito linaje; sin embargo, Jin es capturado por la Tekken Force antes del combate con su padre, y Kazuya pasa directamente a la final contra Heihachi, la cual pierde.
Tras el combate, Kazuya y Jin se encuentran. La parte demoníaca de Kazuya toma el control, y padre e hijo terminan peleando, siendo Jin el vencedor. Para terminar, Jin se enfrenta a Heihachi, pero antes de asestarle el golpe final, Jin tiene una visión de su madre y este le perdona la vida a su abuelo. Jin se marcha volando dejando caer varias de las plumas de sus alas, una de ellas de color blanco, en vez de negro.
La Corporación G llega a la escena desplegando numerosos robots Jack. Kazuya consigue escapar antes de que los robots se autodestruyan, desmantelando el lugar y dando a Heihachi por muerto.
Sin Heihachi, Mishima Zaibatsu y su nuevo y misterioso director, organizan un nuevo Tornero del Puño de Hierro. Jin en su objetivo de acabar con el clan Mishima, llega a la ronda final, donde averigua que el organizador del torneo es su bisabuelo Jimpachi Mishima. Jin se enfrenta a la forma monstruosa de su bisabuelo y la derrota.
De esta forma, Jin Kazama se convierte por primera vez en el dueño de Mishima Zaibatsu. El heredero emprende una conquista mundial, contra la Corporación G, dirigida por su padre Kazuya, y contra Yggdrasil, un ejército rebelde liderado por un nuevo personaje, Lars Alexandersson; otro de los hijos de Heihachi, y por tanto, hermanastro de Kazuya. Con tantos enemigos a la vista, Jin organiza un nuevo Tornero del Puño de Hierro para eliminarlos a todos. El caos provoca que el demonio Azazel sea despertado, y Jin buscará destruirlo para liberarse del gen demonio. Tras derrotarlo, Jin desaparece.
Pero, una vez más, Heihachi Mishima vuelve para recuperar Mishima Zaibatsu y enfrentarse a Kazuya y la Corporación G. Ambos buscan a Jin para extraerle el gen del Diablo, pero él no está solo. Las tropas de la ONU, lideradas por Raven; la empresa de Lee Chaolan, Violet Systems, e Yggdrasil junto con Lars Alexandersson, le cubren las espaldas.
Ante la imposibilidad de hacerse con Jin, Heihachi y Kazuya emprenden una estrategia que desata una ola de destrucción mundial. Finalmente, sale a la luz que el origen del gen del Diablo proviene de Kazumi Mishima, la antigua esposa de Heihachi y madre de Kazuya, la cual estaba poseída por un espíritu maligno, traspasando la maldición a su hijo, y este al suyo. No fue otra que Kazumi la que rogó a su esposo que la matara y, tras hacerlo con el fin de evitar que el gen demoníaco manchara el legado Mishima, Heihachi decidió acabar también con su hijo lanzándolo por aquel barranco.
Sabiendo toda la verdad, padre e hijo deciden volver a enfrentarse una vez más, esta vez en el volcán donde Kazuya fue arrojado años atrás. El poder de Kazuya, muy superior al de su padre, provoca la muerte de Heihachi. Todo termina como empezó, con un Mishima siendo lanzado al vacío.
Tras años de lucha, parece que Kazuya ha ganado y puede comenzar con su plan de dominación mundial, pero Jin Kazama resurgirá una vez más con la promesa de acabar con los Mishima y el gen demoníaco de una vez por todas…
Y ahora… Tekken 8 (sin spoilers)
Si tuviera que explicarle a alguien qué es Tekken 8, le diría que es todo lo bueno de la saga Tekken, pero más y mejor.
La historia de Tekken 8 continúa con los hechos desencadenados en la entrega anterior, por lo que nos encontramos con, a mí modo de ver, la mejor/peor versión de Kazuya Mishima como líder de Mishima Zaibatsu en guerra por la dominación mundial.
El modo historia “El despertar de la Oscuridad” implica a multitud de personajes y sorpresas inesperadas con un diseño artístico magnífico, y unas cinemáticas increíbles. En algunos momentos, no sabía si estaba jugando a Tekken 8 o viendo algunas de las sagas de manga y anime más queridas y conocidas por todes, como Dragon Ball, o Caballeros del Zodíaco.
Respecto al combate, me da la sensación de que este Tekken está pensado tanto para quienes conocemos la saga y nos hemos tirado horas y horas entrenando los combos en la sala de entrenamiento, como para quienes sólo quieren “machacar botones”. Y es que esta entrega te permite elegir entre dos versiones de controles, el “tradicional” y el novedoso “estilo especial” que hace más sencilla y simple la experiencia.
Otra novedad es el “Heat Timer”, una pequeña barra de color azul bajo la barra de vida, la cual puedes activar por tu cuenta o con movimientos especiales, dándole un plus a tus golpes. Mientras el “Heat Timer” esté activado, tus golpes harán daño aunque tu contrincante se cubra de ellos. Además, te permitirá curarte, si es que aún no has perdido el tramo de vida permanentemente.
Y por si eso fuera poco, también tenemos el “Heat Smash”, un ataque especial cinemático que provoca un gran daño a tu rival y puede propiciar ese final épico que esperas en tus combates. No obstante, al igual que los golpes normales, estos ataques especiales también se pueden esquivar y bloquear, así que utilízalos en el momento adecuado.
Todos los “Heat” tienen un tiempo de uso limitado y sólo podrán usarse una vez por combate. No hay que desperdiciarlos.
Otra novedad muy entretenida es la “Misión Arcade”, en la que creas tu propio avatar y puedes vivir tu propia historia como luchadore de Tekken, acudiendo a salones Arcade con tu grupo de amigues y enfrentándote a otres jugadores para llegar a ser le número 1. En este modo, le protagoniste eres tú y tu personaje de Tekken favorito. Juntes iréis subiendo en el ranking y desbloqueando los distintos salones arcade que hay en la ciudad para finalmente presentarte al Torneo de Campeones.
Este modo arcade nos intenta recordar los primeros años de la saga durante los cuales une tenía que acudir a aquellos lugares públicos para poder jugar. Justamente, Harada comenzó su andadura en Namco como comercial de máquinas recreativas y, según cuenta él, fue gracias a ser el mejor vendedor que llegó a dirigir la saga Tekken, como premio por ser un buen empleado. Esta es una de las anécdotas que contó en la charla de BIG Conference.
A parte de las novedades más significativas, Tekken 8 mejora en todo. Podremos seguir entrenando a través del modo “Práctica” para aprender los movimientos y combos de nuestres luchadores favorites; y también probar con el “Super Combate Fantasmal”, en el que se lucha contra fantasmas creados por IA, los cuales recrean tu estilo y el de otres jugadores. Para quienes buscan practicar de un modo diferente.
Tekken 8 también mantiene el modo Arcade tradicional, el modo Versus local, y el multijugador online. Además, para les nostálgiques, se incluye el mítico Tekkenball de Tekken 3, y la “Gramola” donde se pueden escuchar las OST de todos los Tekken publicados.
Por último, Tekken 8 sigue permitiéndote la personalización. Pudiendo darle tu toque tanto a tu barra de jugadore, las cuáles irás desbloqueando a medida que juegues los distintos modos de juego; personalizar a les luchadores e incluso caracterizarlos como personajes conocidos del Cine, la Televisión o el Manga.
Algo que sí he echado en falta es la aparición de algunes de les personajes más míticos de la saga; como, por ejemplo, Eddie Gordo (aunque ya se sabe que él será uno de los próximos personajes descargables); Anna Williams, la hermana de Nina y tía de Steve Fox; nuestro representante español, Miguel Caballero Rojo (XD); el infravalorado Robert (Bob) Richards; o, mi favorito, el detective de la Interpol, Lei Wulong. Sin embargo, Tekken 8 compensa estas ausencias con algunos nuevos personajes cargados de carisma y poder.
En conclusión, estoy disfrutando muchísimo de esta nueva entrega de Tekken. Aún no he podido explotar todo lo que ofrece pero estoy deseando volver a coger el mando y empezar a entrenar. Es posible que mis amigues y yo retomemos nuestros propios Torneos del Puño de Hierro en el sofá de nuestra casa y, si ocurre, quiero estar preparada.
