En Wandersong el mundo se está haciendo pedazos. En ese contexto, encarnamos a un pequeño y optimista bardo (en el juego, The Bard) que no es capaz de empuñar una espada pero que no se preocupa porque cree que tiene un arma muchísimo mejor: su voz.
Señoras hablando de videojuegos
En Wandersong el mundo se está haciendo pedazos. En ese contexto, encarnamos a un pequeño y optimista bardo (en el juego, The Bard) que no es capaz de empuñar una espada pero que no se preocupa porque cree que tiene un arma muchísimo mejor: su voz.