The Binding of Isaac y la necesidad de llorar

Ilustración de cabecera realizada por Teresa Pecker.
Todas las imágenes que aparecen en este artículo son de fuente propia.

 

Lloramos.

Lo primero que hacemos al venir a este mundo es llorar.

Lloramos.

Lo que hacemos cuando alguien se marcha de este mundo es llorar.

Lloramos, sí. ¿Y qué hay de malo en ello?

Lloramos de felicidad. Lloramos cuando estamos tristes. Lloramos de impotencia, de rabia. Lloramos cuando tenemos miedo. Lloramos para desahogarnos y defendernos.

Quien también llora así es Isaac, el protagonista de The Binding of Isaac (Edmund McMillen, Headup Games. 2011).

 

Isaac y su madre vivían en una pequeña casa en una colina. Isaac pasaba el tiempo haciendo dibujos y jugando con sus juguetes, mientras que su madre veía programas cristianos en la televisión. Llevaban una vida simple y ambos eran felices. Así fue hasta que la madre de Isaac escuchó una voz que hablaba desde los cielos. «¡Tu hijo ha sido corrompido por el pecado y necesita ser salvado!”

 

Como en la fábula bíblica de Abraham, Dios le pide a la madre de Isaac que sacrifique a su hijo. Con temor al ver a su madre armada con un cuchillo, Isaac decide esconderse en un baúl dentro de su habitación. Allí descubre una trampilla, la cual cruza y… empezamos a jugar.

Captura realizada por la autora

Las mecánicas del juego son bastante simples. Isaac debe avanzar por diferentes salas hasta llegar al boss del piso. Al vencer a dicho jefe una trampilla se desbloqueará e Isaac bajará por ella. Así sucesivamente hasta llegar a los diferentes jefes finales, dependiendo de la ruta que escojamos.

Los enemigos que nos encontramos durante el viaje de Isaac son manifestaciones de sus propios miedos: arañas, defecaciones, moscas y enemigos antropomorfos que tienen la misma apariencia que Isaac.

Nuestro protagonista se siente culpable de que su madre le trate así, por eso usa su mejor arma para vencer ese miedo y culpabilidad: sus lágrimas. Durante todo el juego, la forma que tenemos de vencer a los enemigos es mediante disparos. Pero no disparamos un arma o un artefacto, sino que descargamos nuestras propias lágrimas. 

Mientras avanzamos por los pisos podemos encontrarnos habitaciones llamadas “Salas del Tesoro» con objetos relacionados con la vida de Isaac y su familia, referencias bíblicas -y objetos memes o referencias a otros videojuegos-. Estos objetos hacen que nuestras lágrimas tengan diferentes efectos: empujen más, lleguen más lejos, hagan más daño, etc. Gracias a esos objetos Isaac puede avanzar piso por piso y descender hasta lo popularmente conocido como “El Pie”.

“El Pie” es el primer gran jefe que nos encontramos en nuestra aventura. En concepto es un boss simple: es el pie de nuestra propia madre que nos intenta aplastar. 

Captura realizada por la autora

Isaac sale victorioso de ese enfrentamiento siempre gracias a sus propias lágrimas. Y aquí acaba la primera parte del juego. 

The Binding of Isaac es un tipo de juego lleno de desbloqueos. Para avanzar en el juego y liberar diferentes caminos y finales, debemos hacer cosas específicas como vencer un número de veces a un boss, o llegar hasta él en un tiempo determinado.

Sea como sea, no quiero destriparos más la experiencia y hablaré hasta aquí, hasta “El Pie”. No obstante os avanzo que todos y cada uno de los jefes que vienen están relacionados con la situación de Isaac y su culpa: Hush siendo Isaac ahogándose dentro de ese baúl, It Lives! es la culpa que siente Isaac por nacer y Satan el causante de todos sus males, entre otros.

La importancia de todo esto, sea el jefe o el enemigo que sea, Isaac usará sus lágrimas para derrotarlo. Es su forma de vencer al miedo que tiene en su interior. De desahogarse. De poder poner fin a un dolor.

Y nosotres deberíamos hacer lo mismo. 

 

Desde peques vivimos en una cultura del bien colectivo. De ayudar a les demás, pero sobre todo de no preocuparles. Llorar es de débiles y no podemos hacerlo. 

“La mayoría de mis compis de clase no lloran, y si me ven llorar a mí se preocuparán”. 

“No puedo llorar en el trabajo, sería una vergüenza enorme. Así que lloro cuando estoy en el tren o me encierro en el baño para hacerlo”. 

“No voy a llorar delante de mi madre, suficiente tiene ella con su vida. Así que lloraré sole debajo de las sábanas y sin hacer ruido”.

 

Yo aquí digo BASTA. Necesitamos llorar. Lo hacemos desde el principio de nuestra vida y lo haremos hasta el final. Y desde aquí reivindico llorar acompañade. 

No tengas miedo. Sé como Isaac y llora cuando estés asustade, lo estés pasando mal o no puedas más. Estoy completamente segura de que tenemos personas con las que podemos hacerlo, ellas son nuestra “Sala del Tesoro”. Podemos desahogarnos con ellas, contarles qué nos sucede y… quizá no tenga solución, pero compartir las penas ayuda a que nos sintamos mejor.

Aunque “El Pie” de la vida nos quiera aplastar constantemente, nosotres seguiremos aquí, llorando para vencerle. Y vamos a hacerlo juntes.

 

Y si no encuentras con quién llorar…

A veces es difícil encontrar personas con las que interactuar y sentirse acompañade. Yo misma muchas veces me he sentido sola, pero doy gracias a la era en la que vivo porque existe Internet y con un par de clics puedo interactuar con diferentes personas. 

Isaac es uno de mis juegos favoritos, pero lo juego menos de lo que me gustaría. Incluso no lo he completado, pero si se ha convertido en uno de mis juegos favoritos es porque existe una comunidad hispanohablante de lloricas que juegan con Isaac y paso tiempo con elles.

Si quieres echarles un vistazo, te recomiendo CrafterLynx, Infa, Polodepitufo y Wati. Estas personas, además de vencer llorando a los bosses de The Binding of Isaac, me han acogido cuando estaba triste, he llorado con elles y, muchas muchas veces, también me he reído.

Espero que estés bien, y que si no lo estás, que llores.

Iris López

Pyramid Head me hizo tener pesadillas cuando era una cría. Ahora sigo teniendo pesadillas pero escribo sobre ellas.

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4 comentarios

  1. Gracias por compartirnos este trocito de ti y por dar a conocer la historia de Isaac a aquellas personas que no conocíamos The Binding of Isaac. He disfrutado mucho de la lectura 💜

    1. Gracias a ti por leer y disfrutar de la lectura. La historia de Isaac es dura, como la vida, pero comentarios como este la hacen más llevadera🤍

  2. Siempre le he tenido mucha manía a este juego porque mi anterior pareja lo jugaba en la cama y yo no soportaba escuchar al chiquillo llorando mientras trataba de dormir, así que me ponía la radio con auriculares para no tener que escucharlo (silenciar el videojuego no era una opción). Ahora que leo este artículo comprendo muchas cosas, sobretodo porque esta persona sostiene que la gente llora para manipular a los demás. Perdonad la turra, pero yo ahora estoy aprendiendo a llorar sin sentirme culpable y me ha tocado mucho la patata este artículo. Enhorabuena por esta entrada triunfal en Terebi, Iris, gracias.

    1. Las lágrimas sirven para manipular, sí. Pero esas lágrimas las queremos fuera. Queremos lágrimas transparentes, como gente transparente a nuestro alrededor. Queremos llorar libres y sin ataduras, y me alegro de corazón que estés haciéndolo ahora.
      Recuerda: nunca es tarde para empezar a llorar.

      Muchas gracias por tu comentario.

      Un abrazo.

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