Pelusa Orbital Ilustración de cabecera realizada por Barlert.
El 25 de mayo se ha lanzado Do Not Feed the Monkeys 2099 (Fictiorama Studios, 2023), y he tenido la oportunidad de probarlo estos días. Ya se habló de la primera entrega en esta web, de la mano de Iri. Con este último juego, Fictiorama sigue la línea del primero y nos permite poder disfrutar de nuevas historias.
Para quien no sepa de qué va Do Not Feed the Monkeys, es un juego en el que nos ponemos en la piel de una persona que ha entrado en un club secreto, Club de Observación de Primates, y que tendrá que demostrar su compromiso con el club espiando a los primates, que no son otra cosa que seres humanos. En el segundo juego hay especies alienígenas por todos lados, existen IAs que controlan la política, y tú eres tratado como una basura por ser humano. ¡Ya bastante daño has hecho a tu planeta! (Estoy de acuerdo).
En tono de humor, el juego te va presentando el mundo en el que vives por medio de noticias diarias de tu planeta, que lo dirije una multinacional de refrescos, y que no están lejos de ser unos cryptobros. Utilizar un mundo futurista permite hacer una sátira estupenda del mundo en el que vivimos hoy en día, bastante voyeur y en la que participamos de dinámicas horrorosas a veces por no darnos cuenta, a veces por no tener más opción.
Entre estas noticias y las cosas que le van pasando a los “primates” que tienes que espiar, es bastante fácil quedarse enganchado al juego. Y es aquí donde está la miga: las cámaras. Pese a que no se puede interactuar con muchas de ellas, las cámaras con las que podemos hacer cosas nos atraparán y nos darán las claves para que el juego sea rejugable. Cada partida es bastante corta, pero es el ver de qué manera puedes interactuar con esos humanos lo que te hace empezar nuevas partidas. Hay gente a la que puedes llamar, marear o ayudar, ya es que cada jugadore explore lo que le apetezca. Aunque debéis saber que esta dinámica está completamente prohibida por el Club, así que nos arriesgamos a que nos echen.
En el juego no solo tienes que espiar, tienes que comer, dormir y trabajar para poder comprar cámaras nuevas (jaulas) y mantener al Club contento. Ya os digo, es la misma dinámica que en el primer juego así que, si os gustó, este no os va a decepcionar. Es cierto que yo el primer título no he podido catarlo, y que me costó un poco entender qué tenía que hacer pero, sobre todo, cómo me tenía que gestionar para poder llegar a todo (comprar comida, mantenerme sano, pagar los impuestos y comprar nuevas cámaras). Pero en el momento en el que le pillas la dinámica, y aprendes lo que pasa en algunas cámaras, el camino es más llevadero y te puedes centrar mejor en descifrar las historias.
Existen varios finales, dependiendo de en qué hayamos fallado para que nos salte el Game Over o de qué forma nos hayamos pasado el juego. Disponemos de vecinos locos que piden paquetes raros que nos llegan a nosotres, conspiranoicos que pegan en nuestra puerta todos los días, recaudadores de impuestos que nos tratan con la punta del pie… Hay de todo, y hace que el mundo, aunque solo podamos estar en una habitación diminuta, no se sienta vacío.
Desde Terebi siempre estamos reivindicando los jueguitos cortos (y más si son indies patrios), que se puedan adaptar al adulting que a muches nos trae de cabeza y nos impide dedicarnos a títulos más largos, así que Do Not Feed the Monkeys 2099 está totalmente recomendado para ese ratito que tienes en el finde.
No os voy a preguntar si vais a romper las normas de Club porque sé que sí, y que os lo vais a pasar genial haciéndolo así que, como tampoco quiero destripar mucho más, solo me queda desearos que disfrutéis de todas las historias que el juego pone en vuestra mano y pediros que, si pedís pizza, le deis propina a le repartidore, hacedme el favor.
