Aquellos maravillosos años: El Rey León

Ilustración de cabecera realizada por Barlert.

 

Si pienso en mi relación con los videojuegos en la infancia no puedo evitar embriagarme con cierta nostalgia al recordar la manera en la que se vivía aquello entonces. Creo que, para las que ya pasamos la treintena, la cosa es diferente a como se experimenta en la actualidad. Yo no tuve mi primera consola hasta los once años, afortunadamente conté antes con hermanos a los que podía usurparles el capricho, y al final fui la que más horas estuvo perdida entre mandos. Así que, en esta ocasión, me apetecía hablar sobre alguno de los videojuegos que me acompañaron en mi edad más temprana. 

Me he debatido bastante a la hora de elegir un título, ya que guardo buen recuerdo de muchos de ellos, pero he decidido decantarme finalmente por El Rey León (Virgin Interactive, 1994, Sega Genesis y Super Nintendo). ¿Por qué? Creo que porque es el primero que recuerdo haberme pasado entero y también porque, a pesar del tiempo que ha pasado, conservo una buena sensación de él, creo que pasé tanto tiempo repitiendo sus niveles que aún me acuerdo al milímetro de algunos de ellos. 

El título llegó a mi vida en una época en la que jugaba a videojuegos de la misma manera que veía películas, repitiendo el mismo una y otra vez, aunque fuese hasta llegar el punto que no era capaz de superar. Más tarde (quién dice más tarde dice hace unos días) me enteré de que El Rey León es un juego más difícil de lo que se debería presuponer para un título dirigido al público infantil. Al parecer la propia Disney pidió a los desarrolladores que aumentasen la dificultad del mismo en determinados tramos, por una estrategia comercial. En aquella época era habitual alquilar un videojuego para pasártelo en un fin de semana en lugar de comprarlo, con esta triquiñuela esperaban vender más copias. Por ello al final lo que tenemos es una aventura con una curva de dificultad que funciona de manera bastante aleatoria.

Captura del canal de Youtube Retroamado

Fuera por este motivo o no, la realidad es que el juego fue un éxito de los 90. Seguramente se debió más a que fue lanzado el mismo año que la película en la que se basa, que ya por sí misma tuvo una acogida espectacular, convirtiéndose en una de las más populares de la compañía.

El videojuego es una adaptación dividida en varios tramos que sigue la trama de la película. En él nos ponemos a los mandos de un pequeño Simba, que se verá envuelto en una trama Shakesperiana (no es ningún secreto que la historia tiene mucho de Hamlet). A través de los diez niveles en los que se distribuye acompañaremos al león, viéndole crecer mientras se encauza en su camino para recuperar su reinado. Nos encontramos ante un título de plataformas 2D, donde tendremos que sortear una serie de obstáculos para así finalizar y superar cada uno de los niveles. 

En los seis primeros niveles controlamos a un Simba cachorro, que se distingue de su versión adulta por sus habilidades. Con él podemos correr, saltar, agarrarnos, aplastar a nuestros enemigos y rodar (además de tener un rugido muy cuco). Con Simba en su versión adulta algunas de estas habilidades cambian, como la voltereta, lo que lo vuelve un personaje menos ágil, pero a cambio su fuerza aumenta. Ahora usaremos las garras para atacar y sujetar a los enemigos. 

A lo largo de la aventura podremos ir acumulando vidas extra, así como continuaciones que nos permitirán no tener que empezar desde el primer nivel. Pero, si lo perdemos todo, no quedará más remedio que empezar desde el principio. Dentro de los niveles cabe destacar el 4, “La Estampida”, donde el juego cambia radicalmente a una perspectiva en 3D. Además de este hay dos niveles bonus que también alteran un poco la dinámica, “Bug Toss” y “Bug Hunt”. En uno de ellos controlamos a Pumba, y en el otro a Timón, y sirven para conseguir vidas extra a través de la recolección de bichos.

Captura del canal de Youtube Retroamado

En el juego nos enfrentaremos contra tres jefes finales: Hiena (un jefe bastante sencillo que después será un enemigo habitual a lo largo del juego), Gorila (más complicado que el anterior por lo difícil que es acercarse a él, y porque nos lo encontramos justo al final del complicado nivel “Hakuna Matata”), y por último Scar (contra el que tendremos que luchar tres veces para poder superar el nivel final del juego).

Además de su entretenido (y complicado) desarrollo entre niveles, el título cuenta con una adaptación magistral de la banda sonora de la película, lo que hace que sea una gozada acompañar a Simba a través de su aventura. En la versión para Super Nintendo incluso se añadieron coros, con lo que los temas son versiones muy conseguidas. 

Para el apartado gráfico el Estudio utilizó la técnica del “Digicel”, que ya usaron con un título anterior Aladdin (Virgin Interactive, 1993), del que nos habló Tindriel hace un tiempo. Gracias a esta técnica se podían usar directamente las animaciones creadas por los artistas de la película, permitiendo así una estética de caricatura muy parecida a la del film, al mismo tiempo que se conseguían unos movimientos mucho más rápidos y fluidos que los que se podían encontrar en la época en cualquier producto u obra de la competencia.

Con todo esto El Rey León es uno de los grandes clásicos de Disney dentro del mundo de los videojuegos, en un momento en el que con cada película lanzaban su homónimo en diversas plataformas, realizados con mimo y cariño, dando como resultado títulos con mucho encanto. No como en la actualidad, que cada vez que lanzan un videojuego al mismo tiempo que una película suele ser únicamente con la intención de hacer pasar a sus seguidores por caja, aunque sea a costa de un título con un resultado bastante pobre.

 Afortunadamente a día de hoy se puede jugar casi a cualquier cosa, y si en su momento no lo probasteis u os pega un poco la nostalgia podéis seguir disfrutando de El Rey León con sus versiones más actuales en Pc, Ps4, Xbox y Switch. Para mí las tardes sufriendo para intentar pasármelo, sin perder la paciencia, son un recuerdo de cómo empezó un poco mi andadura en el terreno de los videojuegos. Y por eso lo llevo en el corazoncito.

Captura del canal de Youtube Retroamado

Noe Alcaraz Soler

Con formación de ilustradora y alma de escritora. Busco en los videojuegos ese "algo" que remueve por dentro. De pequeña guardaba en un cuaderno los diálogos de Final Fantasy y aún puedo emocionarme si pienso en el final de MGS3.

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