Three Fourths Home: la tormenta de volver al hogar

Three Fourths Home - Terebi Magazine

Three Fourths Home es una cortísima experiencia narrativa sobre volver al hogar después del intento de emanciparse. Diálogos para rellenar los huecos de la memoria y el gris de una tormenta acompañan a Kelly mientras conduce hacia su nuevo momento vital.

En la década de 1980 el historiador francés Pierre Nora comenzó a gestar un proyecto que, años después, llegaría a alcanzar las más de 5.000 páginas y en el que acuñó el término “lugares de memoria” (lieux de mémoire). Partiendo de la diferenciación entre historia y memoria, y con Francia como foco de su investigación, Nora define estos lugares de memoria como «cualquier entidad significativa, de naturaleza material o no material, que por la voluntad humana o la obra del tiempo se haya convertido en un elemento simbólico del patrimonio memorial de cualquier comunidad».

Aunque su trabajo se refería a la construcción de la memoria colectiva y cómo afecta a esto los escenarios donde se conmemoran algunos episodios históricos, lo cierto es que todos tenemos “lugares de memoria” que han ido conformando nuestra identidad como individuos. Lugares, hechos o incluso palabras que han marcado nuestra vida y se han convertido, en ocasiones de manera inconsciente, en artefactos de nuestro recuerdo.

En Three Fourths Home (BracketGames, 2015) encarnamos a Kelly, una joven en la veintena que conduce de camino a su hogar familiar envuelta en sus propios lugares de memoria. Con una pesadumbre de fondo que al inicio del juego todavía no comprendemos, seguimos un camino recto entre campos eternos de maíz cuando suena nuestro teléfono y nos sorprende nuestra madre. Nos pregunta, preocupada, que dónde estamos y nos dice que se avecina un tornado. Que volvamos ya, porque es peligroso.

Three Fourths Home ha sido calificado en algunas ocasiones de visual novel porque se asemeja a este género: envueltas en esa conversación telefónica, debemos elegir los diálogos que intercambiamos con nuestra madre para poder avanzar e ir descubriendo por qué Kelly ha vuelto a casa y por qué no se siente bien al respecto. Sin embargo, esta pequeña historia narrativa incluye una única mecánica que debemos emplear si queremos seguir avanzando. Deberemos acelerar el coche para conducir hacia adelante, de manera que si dejamos de accionar la mecánica el diálogo (y, por tanto, el juego) se pausará. Esta decisión de desarrollo se instala en la necesidad de seguir hacia adelante, sin pausas, ya que, en verdad, es la única opción que Kelly tiene en el momento vital por el que atraviesa.

«Poco» más se puede hacer en Three Fourths Home. Aparte de manipular la radio de nuestro coche, elegir los diálogos y seguir acelerando será a lo que se limite la interacción de esta historia interactiva. Quizás para muchas una experiencia algo anodina pero conforme ahondemos en la narrativa iremos descubriendo que precisamente así es como Kelly se siente. Tras un intento de emanciparse de la gran ciudad y vivir ajena a su hogar familiar, ahora ha tenido que volver a su Nebraska natal, a sus grandes extensiones de maíz y su calma rural y aburrida. Reforzando todo esto, el arte 2D del juego se pone a merced de las emociones de Kelly: una escala de grises nos acompaña de principio a fin, sin cambio de planos ni virguerías, solamente un coche avanzando por campos sembrados.

Three Fourths Home - Terebi Magazine

Tras las primeras frases con su madre, en las que es patente la tirantez de la situación porque Kelly ha salido de casa con un tormentón que se avecina, vamos acomodándonos en el asiento del coche mientras, a base de elecciones de diálogo, rellenamos los huecos del pasado de la protagonista y vamos comprendiendo, en parte, su presente. Podemos llegar a conversar con su hermano y con su padre y, así, acelerando y eligiendo qué responder, surcamos temas como el alcoholismo, los lazos familiares, la discapacidad o la frustración de una vuelta a casa que se siente como un fracaso personal. De fondo, el tornado sigue acercándose mientras la pregunta de si nos pillará o no va dejando de tener fuerza para ir dándosela al mundo interior de Three Fourths Home.

Resulta curioso recalcar que si Kelly está fuera de casa es porque ha querido visitar la vieja casa de sus abuelos, ahora deshabitada. Un lugar que, sin duda, conecta a esta veinteañera con la identidad de la chica que se fue de Nebraska en busca de una vida mejor. Una chica que podemos conocer un poco mejor en el epílogo de media hora de duración que incluye la versión extendida de Three Fourths Home, en el que Kelly conversa por teléfono mientras espera el autobús (de nuevo, la mecánica de movimiento nos permitirá caminar de un lado a otro, pero en esta ocasión pierde algo de sentido).

Three Fourths Home - Terebi Magazine

Se ha dudado bastante de si esta experiencia puede calificarse de videojuego, sobre todo debido a su cortísima duración. Todo depende, como siempre, de lo que cada persona le quiera pedir a una experiencia videolúdica. Mientras algunas personas echarán en falta manipular más botones y teclas, otras podrán decir que su narrativa remueve más que la de muchos juegos de más de cien horas de duración.

Three Fourths Home es una vuelta a casa pero no a la casilla de salida. Es un viaje por algunos lugares de memoria que han modelado nuestra vida y a los que pensábamos que no íbamos a retornar, no al menos de esta manera. Todo mientras nos acecha el tornado y decidimos si queremos seguir acelerando y mirando hacia adelante gracias al diálogo y a las raíces que nos unen con nuestra familia. Con esos «lugares de memoria» de los que no podemos escapar aunque en ocasiones creamos que lo hemos conseguido.

*NOTA: Three Fourths Home solo está disponible en inglés, por lo que si no se maneja lo suficiente el idioma es difícil de disfrutar.

Elena Cortes Alonso

Un día me puse enferma y no pude ir al cole, así que enchufé la Playstation de mi hermano y me enganché a Crash Bandicoot. Desde entonces soy adicta a las historias que cuentan los videojuegos. Y a la escritura, al cine, a viajar, a todo aquello que se geste en las calles, y al katsudon.

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1 comentario

  1. ¡Qué bien escribes! Menudo gusto leerte.

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