La Mirada Tras el Píxel: Rocío Tomé

Rocío Tomé - Terebi Magazine

Todas conocemos perfiles y carreras de personas que han dado tumbos hasta acabar en el sector de los videojuegos. Aunque parezca paradójico, a veces nos resistimos a los impulsos de querer dedicarnos a nuestra pasión, porque no nos consideramos lo suficientemente buenas o tal vez porque pensamos que es mejor mantenerla como un hobby que nos haga evadirnos al final de un día duro. Pero el perfil de Rocío Tomé González sobrecoge: de técnico de autopsia a psicóloga clínica, para finalmente acabar como programadora de videojuegos y fundadora de FemDevs, la primera asociación de desarrolladoras españolas del país. Ahí es nada.

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Me encuentro con ella después de una ponencia que ha formado parte de la inauguración de la Z-Jam, la principal jam de videojuegos (porque es la única) de la ciudad de Zaragoza. Entre los asistentes, susurros de decepción cuando desvelan el tema de la jam (“Grandes mujeres a lo largo de la historia”) y apenas cinco mujeres entre poco más de 60 de participantes. “A nadie le gusta nunca el tema de la jam cuando sale”, me dice Rocío con una sonrisa. “Por eso he querido hacer la charla más amena, para levantar un poco el ánimo y motivarlos…”

Y es que la ponencia de Rocío Tomé no se ha centrado en sus logros (muchos) como desarrolladora o fundadora de FemDevs, ni en su dilatada carrera en game jams. Tomé ha optado por una ponencia “muy realista” que no engrandeciera la ambición sino que les aportara consejos efectivos a los participantes. Y es que, según ella, cuando una se mete de lleno en una game jam de lo primero que se quita es de “ese autocuidado” tan necesario, incluso confiesa que a ella misma se le olvida dormir bien cuando está sumergida en una, y le parece fundamental que se lo recuerden.

  • ¿Crees que es habitual hacer referencia a la importancia de estos cuidados básicos cuando se da el pistoletazo de salida en una jam?
  • No sé cómo de común es pero debería ser fundamental. Debería ser el decálogo inicial. Aunque creo que siempre suelen nombrar aspectos como dormir y comer bien, sobre todo porque te vuelves mucho menos eficiente si no estás bien hidratado, descansado o alimentado.
  • ¿Por qué has elegido este enfoque para la ponencia?
  • Quería exponerles puntos básicos y orientados a hacer algo pequeñito, pulido y que funcione bien. Participamos en jams para divertirnos y no para hacer pasar a alguien un mal rato.

En una jam siempre tiene que haber un código de conducta súper estricto con cualquier tipo de problema que pueda tener cualquiera de las chicas que estén en el evento.

Resulta inevitable hablar de la escasísima presencia femenina en el evento. Tomé confiesa incluso que durante su charla ha intentado cuidar mucho su lenguaje para ser totalmente inclusiva pero le ha costado porque prácticamente no veía ninguna cara femenina. También influye que el evento esté enfocado a estudiantes, donde la ratio de mujeres es muy poco prometedora y muy desequilibrada, por lo general. “Me hubiera gustado que hubiera más, y más con este tipo de temática: les hubiera gustado mucho a las chicas participar. Ojalá desde la organización tomen nota y  el año que viene hagan el esfuerzo de que sea un espacio que invite mucho más a las mujeres a participar”.

  • ¿El hecho de que las mujeres no se animen tanto tiene parte de justificación en que no se las alienta desde la organización?
  • Puede ser. A lo mejor no tanto como que no se las anime sino que se sienten fuera de lugar o son conscientes de que se van a enfrentar a una multitud masculina, teniendo en cuenta que una jam es un espacio donde tienes que estar muy cómoda porque tienes que dormir con otras personas. Yo entiendo que les dé mas ansiedad de lo normal. También considero que en una jam siempre tiene que haber un código de conducta súper estricto con cualquier tipo de problema que pueda tener cualquiera de las chicas que estén en el evento. Tienen que asegurarse de que desde la organización han tenido en cuenta que se pueden dar ese tipo de conductas hacia ellas y están dispuestos a tomar medidas si se atreven a dar el paso.
  • Un buen apunte para muchos organizadores de este tipo de eventos, en realidad.
  • Las mujeres estamos aburridas de ir a eventos donde se supone que va a haber buen rollo, te encuentres con alguien que se pasa de la raya y lejos de decirle algo a ese chico le hablan en plan “parece que le ha sentado mal esa broma…”. En vez de decirle que deje de hacerlo porque está mal. Ese tipo de cosas no es la manera correcta de proceder. Si alguien hace algo que está mal se le tiene que recriminar que está mal. Y recoger de alguna manera por escrito lo que está mal sirve para ilegitimar ese tipo de comportamientos.

Y es que, al final, a muchas mujeres que ya han experimentado situaciones desagradables no les merece la pena volver a exponerse a este tipo de conductas. “Es un esfuerzo extra”, asevera Tomé. Porque asegurar la diversidad en un grupo de un evento o de cualquier actividad siempre es un esfuerzo extra, pero siempre se hacen esfuerzos para, por ejemplo, que la gente acuda, que esté a gusto, que puedan estar los que tienen necesidades alimenticias… “Igual que haces esa clase de esfuerzos, el esfuerzo por que sea un evento diverso e inclusivo tienes que hacerlo, al menos si lo quieres hacer bien”.

Precisamente de un enorme esfuerzo nace FemDevs hace ya tres años. Estar delante de Rocío Tomé y charlar con ella sobre la industria me hace reafirmarme en la falta que hacen perfiles como el suyo y la importancia que la asociación tiene hoy en día. FemDevs surgió del impulso de Tomé junto a sus compañeras fundadoras África Curiel y Estefanía Bitan. En 2017, hallaron que las tres perseguían una idea parecida: fundar una asociación de mujeres desarrolladoras de videojuegos.

Todo empezó con un primer tuit que informaba del surgimiento de FemDevs. Y fue una mecha que prendió una auténtica locura que no esperaba ni ella ni sus compañeras, como recuerda Tomé. “Después del primer tuit vino como una avalancha de mujeres. Se viralizó de algún modo y yo estaba trabajando y cuando volví el móvil se me había quedado sin batería”. Cuando lo encendió y se encontró con miles de notificaciones en Twitter, cientos de emails, mensajes de Telegram, WhatsApp (teniendo en cuenta que Tomé se había abierto una cuenta personal en Twitter esa misma semana), lo que pensó realmente es que había pasado “algo gordo” en su familia o en su ciudad. De hecho, un amigo de Tomé le escribió diciéndole que alguien le había robado la idea, porque no la reconoció como una de las artífices de ello a pesar de saber que lo tenía en mente. Y esto no es nada casual, puesto que desde el origen las tres fundadoras han intentado que la junta directiva fuera lo más anónima posible, porque buscaban empatizar y transmitir que la asociación son muchas mujeres, no unos nombres y apellidos. “La gente que está en la junta directiva por temas legales no es ni más ni menos que el resto”.

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Parte de FemDevs en el Festival Celsius 2017.

El discurso con compañeras cambiaba totalmente, porque era un discurso de comprensión.

Este primer impulso fue como coger carrerilla. Con Tomé y Estefanía Bitan todavía en la asociación, se ha ampliado la administración de FemDevs hasta ser más de una decena de mujeres poderosas que gestionan entre todes la comunidad. “Hemos ido tirando de la asociación con mucho cariño”.

  • Esa acogida enorme ponía de relieve que la asociación era muy necesaria, ¿no?
  • Sí. De hecho, por mi parte la idea fue surgiendo porque cuando les contaba a amigas y compañeras de desarrollo que estaba teniendo problemas con un profesor me decían que a ellas les había pasado algo parecido. Sin embargo, cuando lo contaba en un grupo mixto solían contestarme que qué mala suerte había tenido… El discurso con compañeras cambiaba totalmente, porque era un discurso de comprensión. Comencé a identificar que lo que yo había identificado o juzgado como haberme cruzado con una mala persona era algo que me hacía a mí pero no a mis compañeros. Empiezas a atar cabos y le pones un nombre a algo que llevabas tiempo sufriendo pero no te habías dado cuenta de que tenía ese nombre. Y fue surgir la asociación y todas empezar a compartir ese tipo de vivencias, sobre las cuales, por primera vez, les decían: “a mí me ha pasado algo parecido” o “qué rabia, no fue culpa tuya”. Son frases que nunca escuchas.
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Y, es que, con el surgimiento de FemDevs, uno de los canales de su Slack que más humo echaban meses después era uno denominado “selfcare”. En este canal, 700 mujeres compartían vivencias y recibían un apoyo y una comprensión que para muchas eran desconocidos hasta el momento. Lo que viene siendo la sororidad. “Pensar que en un canal de 700 personas nadie la estaba liando… Fue algo brutal. No me quiero imaginar un canal mixto o con todos hombres de las mismas dimensiones”.

  • ¿Os habéis topado con muchas resistencias durante estos tres años?
  • ¡Vamos muy curtidas ya! (ríe) Yo creo que hemos hecho una especie de escudo entre nosotras, sobre todo entre las 10 ó 12 chicas que organizamos la asociación. No perdemos el tiempo con insultos o troleos individuales que suelen venir. Pero sí es verdad que ya no hay tanto rechazo como cuando surgió; al principio era mucho más preocupante y a día de hoy, excepto situaciones puntuales, no es tantísimo.
  • ¿Habéis recibido acoso? Posicionarse, al final, siempre trae este tipo de consecuencias.
  • Sí, sobre todo a raíz del asunto de Vavra, porque redactamos un artículo sobre nuestro rechazo y nos cayó la peor parte. Pero al final la asociación es vista como un conjunto de mujeres, no suelen haber nombres que resalten más que otros, aunque las que llevamos más tiempo seamos más visibles. El acoso gordo se lo llevan personas que exponen sus nombres y apellidos, como Marina Amores (Blissy) o AzulCorrosivo. Siempre que hay conflictos ellas visibilizan algo y muchos se lo toman como algo muy personal y las atacan con nombres y apellidos. Nosotras, al final, como somos una entidad no se nos ataca tanto. Pero es un discurso muy parecido, y si no es especialmente parecido es porque se nos está diluyendo el mensaje, porque estamos haciendo lo mismo.

 No firmaría el dar marcha atrás con tal de abrirme puertas que no las quiero abiertas.

Tres años han dado para mucho, también para que FemDevs fuera cambiando y evolucionando poco a poco. Ahora, con más trabajo administrativo a las espaldas y una junta directiva mucho más amplia, Tomé afirma que tienen los objetivos más claros, en parte porque son muchas más y atienden a la realidad de muchas más mujeres. “Al final, por mucha buena voluntad que tengas si estás tú solo o sola poniendo unos objetivos van a ser menos representativos que si tienes un equipo variado detrás”. Y, en ese sentido, FemDevs está más centrada que nunca.

  • ¿Balance de estos tres años?
  • Son muchos años de estar ahí, y agota un poco. Porque al final es un esfuerzo, son años de sacar tiempo y dinero para hacer actividades, pero sí es verdad que cuando ves a todas las mujeres a las que estás ayudando y apoyando… Es súper satisfactorio. Pero también cansa, porque detrás de la asociación hay personas, personas dejándose tiempo, dinero y energía, porque no es algo que se vaya a mantener solo, sino que hay que hacer un esfuerzo para seguir al pie del cañón.
  • Además ese cansancio debe de aumentar cuando se defiende una posición combativa, ¿no?
  • Sí… De hecho, a veces cuando miro atrás pienso en la canción de Camilo Sexto, ¡que han sido tres años que parecen 30! Ha sido mucho tiempo, muchos conflictos, mucho aguantar, mucho posicionarte, mucho saber que la posición que estás tomando te va a marcar la trayectoria profesional toda la vida… Porque es imposible que para las voces que hemos sido más activas en cuanto a mujer y videojuegos todo esto no vaya a manchar de alguna manera nuestra imagen. A lo mejor no manchar en el sentido de que nos vayan a poner una cruz y no nos vayan a contratar en un sitio, pero sabemos que nos van a cerrar puertas o que se nos puede ver como mujeres problemáticas y ahí estamos igualmente. Y sabes que está pasando eso pero yo por lo menos tampoco soy capaz…. No firmaría el dar marcha atrás con tal de abrirme puertas que no las quiero abiertas.
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Rocío como speaker en la edición de 2019 de Codemotion

Ese título no te lo ponen los demás, te lo pones tú misma. Póntelo sin miedo, incluso si no tienes nada publicado, aunque solo tengas dos jueguecillos de jam. Porque si tú te consideras programadora de videojuegos, eres programadora.

A Rocío Tomé se le han abierto muchas puertas desde que decidió darle una patada en el culo (con cariño) a su síndrome del impostor y comenzar a llamarse a sí misma programadora y desarrolladora. Cuando tenía 12 años descubrió que tocando el ordenador era capaz de crear páginas web y le pareció una locura. A partir de ahí, empezó a aprender por su cuenta y de manera siempre autodidacta todo lo que tenía que ver con programación: empezó con front, para pasar a back y, finalmente, a videojuegos.

Pero con 16 ó 17 años, empezando a plantearse su futuro laboral, no veía que fuera algo para ella. Ni siquiera se planteó estudiar algo relacionado con la tecnología, a pesar de lo muchísimo que le gustaba la programación. “Seguramente habría algún tipo de sesgo en mi decisión en cuanto a género. No llevaba muy bien el pensar que iba a ser la única chica en una clase de ingeniería”, confiesa. Así que la vida le llevó a ser técnico de autopsia y después psicóloga clínica. Pero cuando terminó el máster de psicología clínica había una frase vibrando en su mente: “¡Pues no voy a ser psicóloga en mi vida!”, relata entre risas. Y empezó a buscar otras cosas, sin atreverse todavía a echar CV como programadora. Hasta que conoció la red de apoyo que luego se convirtió en la asociación, porque la animaron mucho a pasar de lo que era un hobby o “cosillas freelance” a decir: Yo soy programadora. “Todavía me acuerdo de la primera vez que escribí ‘programadora, desarrollada’ en un CV como si fuera mi profesión principal”.

  • ¿Qué te impedía autodenominarte así?
  • (Ríe) ¡Un síndrome del impostor flipante! Yo no había recibido ningún tipo de formación relacionada con ingeniería informática o videojuegos, ni siquiera una FP de programación. Todo lo había aprendido por mi cuenta y tenía dos o tres proyectos para justificarlo. Pero siempre que iba a eventos de desarrolladores la gente ponía muy en duda que yo fuera programadora. Parecía que me hacían un examen, y no veía que a los demás que estaban allí, y hablo en masculino, se les pusiera tanto en duda. Entonces, si a una mujer programadora ya se le pone en duda, sin una formación específica me daba pánico total. Y, sin embargo, en el primer trabajo en el que eché mi CV como programadora me cogieron.
  • ¿Qué le dirías a alguien que puede estar en la situación en la que estabas tú en ese momento?
  • Que lo intente. Es súper duro y tienes la sensación de que les va a llegar el CV y lo van a tirar a la basura mientras se ríen y dicen que qué se ha creído… Pero, ¿qué más da? Que lo tire a la basura: se está perdiendo a una profesional como la copa de un pino. Es complicado, es duro, pero si de verdad le gusta que intente tener algo ya desarrollado de portfolio o algo para justificar de alguna manera que tienes algún tipo de conocimiento sobre el tema, y a partir de ahí que este muy confiada y que ponga que es programadora o desarrolladora de videojuegos. Ese título no te lo ponen los demás, te lo pones tú misma. Póntelo sin miedo, incluso si no tienes nada publicado, aunque solo tengas dos jueguecillos de jam. Porque si tú te consideras programadora de videojuegos, eres programadora. Vas a mejorar con el tiempo pero lo eres desde el primer momento en el que te lo planteas.
Rocío Tomé - Terebi Magazine

Pero, como se suele decir, todo ocurre por algo y la carrera en psicología de Tomé le ha servido para aportar mucho valor diferencial en sus trabajos como desarrolladora. De hecho, ya cuenta con varios serious games que tienen que ver con la psicología. “Por esa línea, ya está amortizado el título”, ríe. Pero afirma que los perfiles que tienen licenciaturas o experiencias muy diversas aportan mucho a los equipos, mucho más que si todos sus miembros fueran ingenieros informáticos.

  • Y, como jugadora, ¿qué disfrutas? ¿Qué te gusta?
  • ¡Que los juegos sean cortos! (ríe) Entre el trabajo y las cosas que hago fuera tengo tan, tan poquito tiempo que no sabes lo que disfruto de coger un juego y poder decir “entre hoy y mañana me lo termino”. Porque sí que juego de vez en cuando a títulos de 10, 15, 20, 30 horas… Pero estoy jugando tanto al mismo juego que estoy perdiéndome un montón de experiencias diferentes, y acabo un poco más hastiada. Sí es verdad que de pequeña me gustaba más pero ahora ya no tanto tengo tiempo. Prefiero pagar por juegos de dos horas que de verdad que me ofrecen algo diferente las dos horas seguidas. Por eso me gustan tanto los indies, soy muy fan de los indies.
  • ¿Un título que te haya marcado?
  • Monkey Island. Fue uno de los primeros juegos que jugué en mi vida yo sola, porque siempre había jugado con amigos o mi primo, y fue el primer juego que me puse yo sola en casa. Y, a día de hoy, no me había fijado hasta ahora de lo chulo que es el personaje de Elaine Marley, que es una fantasía y está súper bien hecho. Me gustó mucho en su momento, fue uno de los primeros juegos donde no tenia que ser habilidosa sino que me sentaba a disfrutar de una historia.
  • ¿Un título que creas que ha hecho bien los deberes en cuanto a representación diversa, inclusión…?
  • ¿En los últimos años? Puf… (piensa). Siempre le encuentras a todos coletillas, es muy complicado coger un juego y que no te chirríe ninguna de las cosas. Pero otro también que me marcó en su momento y me parecía que lo hacía muy bien fue Portal, por el tema de que yo sabía que estaba manejando a una chica porque se llama Chell pero ni siquiera cuando empieza te da ninguna sensación de que es una mujer. Además todos los personajes prácticamente que salen, por lo menos en el primero, son todos femeninos y, para la época en la que salió, me pareció una idea estupenda. Me quedo con ese recuerdo.

Puedes seguirle la pista a Rocío Tomé en su cuenta de Twitter y en su web personal. También puedes visitar el perfil de FemDevs en Twitter y su web.

También puedes leer más entrevistas de esta sección pinchando aquí.

Elena Cortes Alonso

Un día me puse enferma y no pude ir al cole, así que enchufé la Playstation de mi hermano y me enganché a Crash Bandicoot. Desde entonces soy adicta a las historias que cuentan los videojuegos. Y a la escritura, al cine, a viajar, a todo aquello que se geste en las calles, y al katsudon.

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1 comentario

  1. […] mencionar esto último ella me recuerda precisamente el caso de Rocío Tomé, la cual estudió psicología y tras varios años aprendiendo a programar en Unity, por su cuenta, […]

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