Violeta Sáez *La ilustración que encabeza este análisis es obra de Irene Alvarado
Khara The Game es el primer videojuego desarrollado por DNA Softworks. El pequeño estudio Español se ha embarcado en la vertiginosa aventura de crear su primer videojuego. En él controlamos a la joven Khara, una niña que tendrá la extraordinaria habilidad de controlar uno de los principales elementos de la naturaleza: el agua.
Nuestra historia comienza con el naufragio de la embarcación en la cual navegamos junto a nuestro padre – un humilde pescador –. Sin embargo, al naufragar acabamos en una extraña isla – la mítica Atlantis – perdiendo, por el camino, la pista sobre el paradero de nuestro padre. Al llegar a la isla descubriremos que es posible que exista algún “elemento” nada fortuito, que haya causado que padre e hija acabaran en aquel extraño lugar.
Tras esta breve introducción, inmediatamente tomamos el control de Khara y comenzamos a explorar Atlantis. Desde el principio, por su estética y ambientación, esta obra me ha recordado a esos grandes clásicos de aventuras, que solía jugar durante mi infancia, donde lo importante eran los puzles y las plataformas. A lo largo de nuestra historia, nos encontraremos con multitud de pequeños rompecabezas – bastante sencillos – que lograran hacernos sentir cierta nostalgia.
Khara The Game, además, destila ese amor por las grandes aventuras clásicas, que actualmente son difíciles de encontrar, primando la sensación de aventura por encima de la acción. El juego cuenta con algunos enemigos, como golems de piedra, que podremos ir derrotando con los poderes que Khara irá consiguiendo durante la partida. Como comentaba al principio, nuestra pequeña protagonista, descubrirá que tiene la habilidad de dominar el agua y, poco a poco, irá adquiriendo nuevos poderes que nos ayudaran a ir sorteando distintos obstáculos en nuestro camino – además de ayudarnos a derrotar con mayor facilidad a nuestros enemigos – .
El juego tiene un sistema de combate muy simple. Para derrotar a nuestros adversarios podemos usar nuestros recién adquiridos poderes acuáticos, junto a ciertos ataques cuerpo a cuerpo – contamos con algunos combos, muy sencillos, que es posible combinar para derrotar a las criaturas que pululan por Atlantis –. El problema es que los enemigos se mueven por patrones, sin ningún tipo de inteligencia, y no nos costará nada conseguir derrotarlos. Incluso los jefes finales suelen contar con unos patrones que son muy fáciles de adivinar. Al final es demasiado sencillo esquivar y contraatacar para lograr alzarnos con la victoria.
Pese a que destila ese aire de gran aventura, el diseño de niveles no logró sorprenderme. Las habitaciones, puzles y zonas de plataformeo se me antojaron demasiado simples y no me invitaban para nada a querer explorarlas – raro en mí, pues normalmente suelo ser una jugadora que invierte muchos minutos en explorar los escenarios –. Aunque, por otra parte, el uso de Unreal Engine 4 ha favorecido bastante al conjunto final del juego; consiguiendo que algunos paisajes y escenarios sean muy bonitos de contemplar.
He de decir que, pese a mi entusiasmo inicial por jugar a Khara The Game, mis sensaciones generales han sido bastante agridulces. El juego adolece de unas animaciones, en ocasiones, algo toscas y poco pulidas – nuestro personaje parece que se desliza en lugar de andar, por ejemplo –. Los saltos no son del todo precisos y a veces nuestra pequeña aventurera no obedece como debería a nuestro control. Son pequeños desaciertos que, en reglas generales, no suponen un gran problema, una vez nos acostumbramos, pero que sí logran empañar el resultado final.
Sin embargo, mi mayor desencanto con este título ha sido, sin lugar a dudas, la multitud de problemas que he tenido para poder completarlo. Mi primera partida fue caótica de principio a fin. La animación del principio, que nos cuenta el naufragio de Khara y su padre, no logré leerla porque las transiciones entre escenas iban demasiado aceleradas. Mientras jugaba sufrí tirones y bajadas bastante grandes de frame rate – el juego se llegó a crashear un par de veces mientras intentaba avanzar –. Y, finalmente, para culminarlo todo, tuve que empezar desde cero mi partida porque en una zona muy concreta, donde debía resolver un puzle, parte del escenario había desaparecido – podía meterme incluso debajo del suelo –.
Al volver a empezar una partida desde cero, parte de estos problemas se solventaron –aunque no me libré de que el juego se cerrase, de nuevo, sin previo aviso, en un par de ocasiones –. Tuve mala suerte, eso desde luego, pero pocas veces me ha ocurrido algo así mientras jugaba a un videojuego. Me sabe muy mal porque entiendo mejor que nadie las dificultades que hay tras el desarrollo de un título de estas características. Además, se nota la gran evolución que ha tenido DNA Softworks durante el desarrollo del título – desde las primeras imágenes que mostraron del juego hasta ahora, el cambio a mejor es más que notorio –. Pero no termino de entender qué ha podido ocurrir para que no hayan detectado este tipo de problemas en la fase de testeo del juego.
A modo de conclusión, Khara The Game acaba siendo un título entretenido que no logra destacar en nada en particular. Su historia peca de ser demasiado simple, los puzles no suponen un gran desafío, algunos enemigos son bastante espectaculares – aunque los normales se acaban repitiendo en exceso y habría sido más interesante que fuesen algo más avispado – y su diseño de niveles no sorprende. Cabe destacar su diseño artístico y gráfico, pues tenemos como resultado algunas zonas muy bonitas; tanto por su iluminación como por sus cuidadas texturas.
Por lo demás, Khara The Game es un título que dura sobre unas cinco o seis horas y acaba siendo entretenido. Omitiendo sus problemas técnicos y de control es un juego que, por los diez euros que cuesta, puede llegar a ser una buena recomendación para los más pequeños de la casa.
