Gisela González En noviembre de 1997, en el Nintendo Spaceworld, se mostró una demo de Pokemon Gold dos años antes de que el juego viera la luz. Los rumores decían que era increíblemente diferente al juego que terminamos teniendo en las manos, que había Pokemon que nunca habíamos visto y una historia radicalmente diferente. Durante años estos rumores solo se pudieron sustentar en viejas grabaciones en VHS e imágenes en revistas. Sin embargo a finales de mayo, apareció un rom de esta supuesta demo de la mano de un usuario de 4chan.
Miembros del grupo TheCuttingRoomFloor obtuvieron esta beta de una fuente anónima y se dedicaron a sacar todo lo que pudieron, manteniéndolo en secreto hasta que fue liberada a internet antes de que estuviera completada la labor de investigación que el grupo quería llevar a cabo. Esto provocó una oleada de fascinación por parte de amantes de la franquicia y jugadores en general ante la cantidad de rumores de hace más de veinte años que fueron finalmente confirmados.
Pokemon que nunca salieron a la luz, evoluciones que fueron eliminadas, suficientes Pokemon bebés para llenar la guardería… fueron de las cosas que más emocionaron al público que no tardó en hacerles análisis y fanarts estupendos. Sin embargo cuando la gente observa estas versiones beta de Pokemon con sus curiosos diseños y se pregunta la razón por la que fueron eliminados, muchos no están apreciando el verdadero milagro que esta beta representa para la historia del videojuego en general: un diamante que permaneció oculto por 20 años y que es la excepción a la regla en una industria que se esfuerza por borrar su pasado.
Un aspecto muy importante que la gente rara vez toma en cuenta cuando se trata de la industria de los videojuegos es la preservación de su historia. Al ser un medio relativamente reciente uno podría creer que gran parte del pasado de los juegos se tiene a mano, lista para estudiar en cuanto alguien quiera revivir los clásicos. Los roms ayudan mucho con esta ilusión pues se tienen copiados miles de juegos que incluso resultarían imposible conseguir de forma física hoy en día, pero lo que muchos no se detienen a pensar son en la betas, las demos y versiones de prueba que constantemente son olvidadas, tiradas o eliminadas por las mismas empresas. Siguen representando un punto importante para comprender el contexto de estos juegos: su historia completa.
Al ser un medio digital, los videojuegos lentamente pierden piezas de su historia mucho más rápidamente que cualquier otro medio artístico, las conexiones se oxidan, las baterías se acaban y la información se borra dejando sólo lo que ha salido al mercado como punto de estudio y miles de rumores que no hay forma de confirmar.
Grandes pedazos del pasado y contexto en que los juegos fueron diseñados se pierde por culpa del hermetismo de las compañías, que muchas veces no permiten que estas versiones beta salgan a la luz ni siquiera cuando ya ha sido publicado el juego – pasado del cual los únicos documentos que quedan son revistas o vídeos publicitarios –. Podemos encontrar miles de ejemplos en franquicias tan queridas como Final Fantasy VII que en sus inicios, cuando aún iba a ser para la SuperNintento, estaba ambientando en Nueva York, la build jugable de Earthbound 3 para la Nintendo 64, la demo de Silent Hills que se encuentra atrapada en selectos sistemas PS4 y, así mismo, los Pokemon nunca mostrados de la demo de Gold.
Pokemon nos presenta una oportunidad invaluable que es importante comprender, ni Nintendo ni Game Freak hubieran dejado salir esta demo a la luz. Si bien es verdad que aún no se conoce la identidad de quien haya recuperado la demo del Spaceworld, ahora que se encuentra en las manos del internet, se puede garantizar no sólo su preservación y restructuración sino también su traducción para permitir a todo el mundo experimentar un pedazo de historia que había estado fuera de sus manos hasta ahora: docenas de diseños que finalmente tienen la oportunidad de ser admirados por la comunidad.
Pese a estos grandes esfuerzos, llevados a cabo por los jugadores mismos, no es raro para las compañías prestarle poca atención al asunto e incluso dificultar la obtención de estos trabajos por medios lícitos pese a que se podrían beneficiar bastante de estas ideas.
Las compañías prestan atención a lo que los fans piden y a sus opiniones, ya se logró ver en el caso de Game Freak incorporando dentro de Sun y Moon el modo de juego BattleRoyale inspirado en los Free-For-All, tan populares entre la comunidad de YouTube. Cuando se presentan estas betas al público les permiten acercarse a las ideas que los desarrolladores han tenido e incluso escoger cuáles les hubiera gustado ver en futuros proyectos. Regresando a Game Freak no resultaría descabellado pensar que, después de ver el furor desatado por algunos de estos diseños, los desarrolladores puedan regresar a tratar algunos de estos conceptos para futuros juegos, gracias a la ferviente aceptación de los jugadores.
Poco a poco, con el avance del tiempo, se ha conseguido más acercamiento con las compañías: ser parte de los proyectos conforme avanzan, más betas y demos para probar… pero muchos de los clásicos se encuentran en un incómodo limbo donde gran parte de su historia se ha perdido en el tiempo. Tanto por coleccionistas que se niegan a compartir sus descubrimientos como por revendedores que sólo quieren aprovecharse de la inflación del material o compañías que lo han destruido. Lamentablemente esas son historias que sólo podremos compartir por medio de rumores, que desgraciadamente terminan erosionándolo para las nuevas generaciones.
La conservación de los videojuegos, de sus pasado y sus historias es un movimiento que debe ser apoyado por todos en la comunidad: desde grabar videos de gameplay de juegos difíciles de conseguir, escanear revistas con artículos especiales o de información acerca de juegos varios años antes de su salida, hasta ayudar en la conservación de roms, son esfuerzos que pueden ayudar a que, en un futuro, podamos ver la historia completa de los videojuegos que tanto queremos y así lograr admirarlos tanto en lo que son como en lo que pudieron ser.
