Desde hace unos años, estamos viviendo cómo el videojuego pisa cada vez con más fuerza. Ya no somos un grupo tan minoritario, los aficionados. Es más, incluso podríamos decir que “estamos de moda”. Tras las marabuntas prácticamente diarias de nuevos títulos para distintos sistemas, es difícil quedarse con todo lo que sale. Sin embargo, esto no me sucedió con A Raven Monologue, un juego que es imposible que pase desapercibido a pesar de no ser un triple A, ni tener un estudio titánico detrás. Mojiken Studio son los responsables de que esta pequeña obra de arte llegase hasta mi ordenador un día cualquiera que me dio por bucear en itch.io, una costumbre muy sana que llevo poniendo en práctica desde hace unos meses.
La historia que narra el juego, de unos diez minutos de duración y siempre a través del lenguaje visual, es la de Sir Raven; un cuervo que se comporta como un ser humano y que avanza en su día a día en busca de personas para dejar atrás la soledad. Le veremos en diferentes situaciones cotidianas y una que llamó poderosamente mi atención fue verle pasear con una jaula de pájaros llena de ramas y otros objetos pero sin ningún animal atrapado dentro. La escena me recordó poderosamente que el ser humano siempre intenta retener por la fuerza todo lo que es libre y no le pertenece.
En el juego, la interacción del jugador tiene lugar únicamente cuando pulsamos la flecha que nos lleva a la siguiente pantalla; es decir, en esta ocasión somos “meros espectadores” ante un desfile de imágenes. Estas imágenes tienen color pero, a la vez, y en palabras de su propia creadora, la artista indonesia Brigitta Rena, pretenden ser un “lienzo en blanco” en el que cada jugador pueda pintar su propia historia, es decir, vivir su propia experiencia.
Otra característica muy interesante de A Raven Monologue es que el juego es completamente silencioso. Incluso sonidos como diálogos o reacciones están representados a través del dibujo y somos perfectamente capaces de imaginarnos cómo sería si estuviésemos escuchando algo en la historia. No obstante, tiene una banda sonora estupenda que desde mi punto de vista transmite mucho al jugador.
El descubrimiento de A Raven Monologue ha sido maravilloso. Lejos de querer hacer un artículo buenista o “nice”, este título merece todas las alabanzas y, sin duda, diez minutos de nuestro tiempo. La simplicidad de A Raven Monologue es precisamente su baza principal para acercarnos a una serie de elementos tanto en narrativa como en mecánicas que no tienen nada de simples. Respecto a la mecánica, preferimos que seáis vosotros mismos los que indaguéis en este aspecto. En cuanto a narrativa, el silencio de Sir Raven es perfecto para ejemplificar cómo el cerebro humano es capaz de hilar con todo el sentido del mundo una serie de imágenes “sin más” y construir un relato.
Si os ha picado el gusanillo, podéis encontrar el juego aquí. Nos encantaría que nos dejaseis vuestras impresiones y reflexiones en los comentarios.
Me ha gustado mucho el artículo, Marina (deja de jugar lo mismo que yo, jo!! :>( …. XD). Precisamente lo jugué hace un par de semanas (tras tenerlo en la lista de espera) y fue una experiencia muy interesante. Sabía que era corto y experimental… aun así me sorprendió.
Cuando salió a la venta escribí una noticia y me gustaría escribir algún texto al respecto. Sabías que el mismo estudio tiene otro juego parecido pero con hermanos mellizos? Habrá que echarle un vistazo.
PD- La verdad es que A Raven Monologue es bastante triste. Me pilla en un mal día y me destroza, seguro 🙁
¡Muchísimas gracias por comentar, David!
No tenía ni idea del otro juego que mencionas, ¡le tendré que echar un vistazo!
Muchas gracias de nuevo 🙂