Cuando Acid Nerve puso los cimientos de Titan Souls quizá no fue consciente de que estaba creando una obra tan poderosa visualmente como de forma narrativa. La mitología y las teorías que podemos deducir del juego son muchas, por lo que hemos querido enfocarnos en este aspecto tan llamativo y profundizar más sobre él. Bienvenidos al mundo de los titanes.
El mito, a lo largo de la historia, ha dado cierta explicación a las preguntas sin respuesta del ser humano. En tiempos en que la ciencia no nos permitía descifrar el significado del mundo – ni siquiera hoy en día podríamos decir que lo entendemos del todo – era necesario encontrar el porqué de las cosas de una forma u otra. La característica básica y primordial del mito es que se trata de un relato fantástico que se toma por verídico y ello es también lo que lo diferencia del cuento tradicional, considerado siempre como algo ficticio.
Probablemente, la obra mitológica por excelencia que ha llegado hasta nuestros días y que tuvo una grandísima influencia en la lírica medieval y en el Renacimiento sea Las Metamorfosis del poeta latino Ovidio, un compendio de 250 narraciones que comienzan con el origen del mundo tratando sobre diversos temas; sobre todo, castigos de los dioses hacia los humanos. Por otro lado, no es extraño que podamos pensar que hoy en día el mito ha desaparecido. A pesar del mundo caótico, tecnológico y sobreinformado en el que vivimos, lo que ocurre en la actualidad es que transmitimos los mitos a través de otros canales y con una dialéctica y una simbología distintas.
El símbolo será el eterno compañero del mito, pues sin la simbología las narraciones perderían gran parte del sentido. Seguimos siendo mito y símbolos; y los videojuegos continúan esa línea narrativa en la que muchas veces se prescinde de contar la historia para dejar el devenir de los acontecimientos a la imaginación del jugador.
En este sentido, Titan Souls (Devolver Digital, 2015) es una obra llena de significado. Es probable que la primera impresión del juego esté alejada de esta afirmación por ser una obra minimalista y carente, en apariencia, de historia. Lo único que tenemos para construir las posibilidades del relato es el mundo desconocido en el que aparecemos, sin saber quiénes somos, qué nos ha llevado hasta allí y por qué debemos aniquilar titanes con nuestro arco.
Lo primero que conocemos de Titan Souls es a nosotros mismos, es decir, al héroe o heroína protagonista. “Conocer” de forma vaga, pues como decíamos antes no sabemos ni nuestro género, ni nuestro nombre ni nuestra motivación para enfrentarnos a los titanes dormidos en cuevas de piedra. Este recurso permite y nos señala que cualquiera puede ser el héroe o la heroína de la historia, por lo que la identificación con el personaje es mucho más íntima y personal. Quizá más banal es el tamaño del personaje con respecto a los titanes así como con las megaconstrucciones del mundo en el que nos encontramos.
En arte, el tamaño de los personajes representados determinaba la jerarquía en la que estos se encontraban, por lo que en obras del Antiguo Egipto podemos ver cómo el faraón siempre está representado en mayor tamaño que los súbditos. En narrativa podemos achacar esta característica a diversas cuestiones, como la superioridad de los acontecimientos narrados con respecto a la capacidad del personaje para sobrellevarlos o, concretamente en Titan Souls, al mismo motivo por el que en el Antiguo Egipto se utilizaba la jerarquización: la divinidad por encima de la mortalidad.
Esta jerarquía también se puede identificar con el mito de David y Goliath por su característica principal, que es el eje central de todo el juego: se mata a los titanes con una única flecha, es decir, así como nosotros mismos también moriremos de un solo golpe. No hay segundas oportunidades en el combate. No hay barra de vida. Es todo perder o ganar en un movimiento en el que ocasión y azar van de la mano. De hecho, muchas veces no estamos seguros de cómo hemos conseguido vencer al titán porque lo único que hemos hecho ha sido, en cuestión de segundos, aplicar una estrategia desarrollada en base a todas las muertes anteriores. Por este motivo el juego también se ha relacionado con títulos como Dark Souls: la muerte no es el fin, sino un medio a través del cual se obtiene el aprendizaje para alcanzar el éxito.
El mundo que recorremos en Titan Souls es una dimensión mítica paralela donde aparentemente no hay vida humana y que en cierta manera puede recordar a espacios legendarios de la mitología nórdica. Las extensas praderas y cascadas que circundan los mausoleos monumentales donde los titanes duermen siempre estarán vacías. Mausoleos, porque parece que nos encontremos en un vasto cementerio, olvidado mucho tiempo atrás, o ante los restos de lo que fue una antigua civilización e incluso, quizá, ante lo que fue el mundo en el que caminaban los titanes. Por otro lado, en el mundo de Titan Souls podemos hallar zonas dominadas por tres de los cuatro elementos, ya sea fuego, hielo, agua o bosques, es decir, tierra, y muchas veces los titanes que habitan estas áreas tienen poderes relacionados con el elemento en cuestión.
A pesar de que el juego carece de narración, sí hay momentos en que podemos encontrar caracteres gráficos propios de la escritura. Los nombres de los titanes, que aparecen al principio de cada enfrentamiento, aparecen escritos con extraños símbolos o “runas” de una lengua que desconocemos. La mitología nórdica es la fuente de la que emanan las antiguas runas, que tanto han servido en la narrativa fantástica para ayudar al nacimiento de obras tan maravillosas como El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, quien al ser filólogo y comprender a la perfección el funcionamiento del lenguaje rúnico aprovechó toda su riqueza para, a su vez, enriquecer su propia obra. En esta línea, se narra en una de las eddas – los cantares que conforman la épica nórdica – que Odín tuvo que recorrer los nueve mundos nacidos de las raíces de Yggdrasill antes de obtener “el secreto de las runas”, por lo que es posible que nuestro héroe o nuestra heroína tenga referencias de esta historia.
La evocadora espiritualidad de Titan Souls junto a la acción y la desesperación que a la par provoca es un cóctel perfecto de diversión y, a la vez, de horas y horas de estudio y elucubraciones. Sin duda, es un título que invita a descubrir hasta sus rincones más secretos y, lo mejor de todo, que sin palabras escritas consigue que el jugador pueda imaginarse su propia historia sin tan siquiera planteárselo. ¿Conseguirás llegar hasta el final y sanar tu alma?