Análisis: Magikarp Jump

*Ilustración del encabezado realizada por Andrea Almeida

The Pokemon Company nos trae un nuevo juego, esta vez free-to-play para dispositivos móviles (Android e IOS). Se trata de entrenar a nuestro viejo amigo Magikarp, pokémon introducido en la primera generación. Esta criatura es bien conocida por la comunidad como inútil para el combate, ya que aparte de ser muy débil, su único ataque por defecto es Salpicadura. El cual, citando literalmente el juego: “No hace nada, solo salpica”.

Debido a la incompetencia de Magikarp en la liga Pokémon tradicional, en este juego tendremos que llevar a nuestro compañero a lo más alto de varias ligas de salto. Si, ya que lo único que consigue hacer con Salpicadura es saltar muy alto, la Villa Pescadilla ha creado todo un culto alrededor de esto.

Al inicio del juego, el alcalde Don Kapio al más puro estilo Profesor Pokémon nos presta nuestra primera caña para pescar un Magikarp. Una vez cogido, nos mostrarán hasta que nivel puede subir y sus particularidades especiales. Entonces llevaremos a nuestro pokémon al vivero, donde podremos alimentarle con bayas de distintos tipos para aumentar su impulso. El impulso marcará como de alto puede saltar y se mide en KP (karpipuntos).

Una vez hayamos atiborrado al magikarp nos mostrará otra forma de obtener KPs: entrenándole. Tienes 3 puntos de entreno que se recargan con el tiempo. Por cada punto, se elegirá al azar una forma de entrenamiento, que te dará más o menos KPs según cual sea. Entonces ya estaremos listos para mandar a nuestro pequeñín a la liga.

Por cada combate ganado conseguiremos dinero y puntos de experiencia como entrenador. La experiencia que tengamos marcará el nivel máximo que podrán alcanzar los Magikarps que pesquemos. Al ganar cada liga conseguiremos distintos premios, entre ellos compañeros pokémon que ayudarán a Magikarp dándole karpipuntos, dinero, puntos de entreno, … También podrán animarle en los combates para que llegue más alto. Además, ganaremos caramelos raros, que nos ayudarán a subirlos de nivel.

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El dinero lo usaremos para mejorar la energía que nos dan las bayas y comprar nuevas, mejorar los distintos tipos de entrenamiento y desbloquear otros más potentes. El flujo de juego es muy sencillo y cíclico: Das de comer al Magikarp para conseguir que salte más alto, que hace que ganemos combates que se traducen en experiencia y dinero, y estos a su vez hacen que el siguente Magikarp llegue a un nivel más alto (con la experiencia) y que la velocidad con la que lo consigues se compense (comprando mejoras). Suena tedioso, pero la ambientación y la forma de controlarte la sesión (los puntos de entreno necesitan recargarse) hacen de este un juego entretenido y muy adorable, sobre todo si eres fan de el universo Pokémon y de los juegos de cría.

«El flujo de juego es muy sencillo y cíclico, pero la ambientación y la forma de controlarte la sesión hacen de este un juego entretenido y muy adorable»

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El juego puede ser adorable pero cruel a veces. Existen eventos aleatorios que nos saldrán después de los enfrentamientos de liga y de los entrenamientos. La mayoría de ellos te reportan un beneficio instantáneo en forma de dinero, experiencia, puntos de entreno,… Sin embargo, algunos te dejarán ante la decisión de arriesgarte. Si lo haces y sale bien obtendrás un gran beneficio. Por otro lado, si sale mal lo mejor que te puede pasar es perder monedas u experiencia. ¿Lo peor? Qué tu Magikarp muera. Durante uno de los eventos es posible que un Pidgeotto se lleve a nuestro adorable pokémon volando. El juego intenta no decir explícitamente lo que pasa en pos de proteger a los niños, pero todos sabemos como funciona el ciclo de la vida.

Traumas a parte, al fin y al cabo esto es Pokémon y también podemos «capturarlos a todos». Cada vez que pesquemos tenemos la oportunidad de capturar a Magikarps especiales, que pueden tener distintos dibujos en la piel variando en colores y formas. Todas estas distintas skins tratan claramente de imitar a las carpas Koi, animal en el que claramente se basa Magikarp. Y no solo por su apariencia sino también por su similitud al mito japonés sobre ellas. Este cuenta que los peces que suben por la cascada, al llegar arriba, se convierten en dragones. Esto tiene un gran simbolismo sobre la recompensa ante el esfuerzo y de como la perseverancia nos permite alcanzar nuestros sueños.

Y si un inútil Magikarp tras esforzarse sin mirar atrás se puede convertir en un magnifico dragón Gyarados, tú también puedes. En este juego al menos.

Luc "Naril" Alvarado Horrillo

Jugadore desde niñe y fan de las aventuras gráficas tradicionales. Game Developer como oficio. Hago juegos narrativos cuando me dejan.

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